FAUSTA, vorágine de sensualidad, reúne todo el paradigma moderno, se transforma en una histérica mujer, encantadora y fatal. Viene a cuestionar la normativa de la realidad y la razón. De forma ansiosa y con el pulso alterado, exige a Jonás en reiteradas ocasiones que le regale un cigarrillo, nerviosamente lo prende y fuma.
La diva nostálgica oculta por capas transparentes lo atormentada y maltratada que se encuentra su psiquis.
Un torbellino femenino la caracteriza, su carácter y personalidad la definen, aparenta lo que no es, se trasviste para no sentirse sola y abandonada, esconde tras su orgullo la soledad de su ser y el infierno personal.
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