lunes, 11 de diciembre de 2006

Asesor fiscal


Yo amante que mata por un poco de comprensión debe esperar que el enemigo caiga derribado antes de poder disfrutar. Yo que soy un asesor fiscal, un tipo fuera de bulla, ¿Cómo saber que en mi destino estaba ella?, ¿Alguna vez imaginé acceder a amar a una mujer? .La otra noche me ofrecían AMOR en un rincón de la discotheque por cinco lucas, pero yo que soy un amante verdadero, no como los pungas mulas de la discotheque, dije no, nones, no. Yo amante que mata por un poco de ternura arde en llamas por una gota de saliva. Yo amante que mata por un poco de paz debe prender fuego a una espalda desnuda. Yo amante que mata por un poco de seguridad debe sortear eventualidades y defender el clímax. Porque tengo a mi chica, eso me deja en paz. Una mujer profesional que parece modelo, que trabaja para las grandes esferas de poder. ESTA CHICA SI QUE VALE LA PENA, NI SIQUIERA VE TELEVISIÓN. Yo me entrego a esa mujer, me pierdo en sus cavidades, tomo velocidad, me mareo, floto, vuelo, navego, y me convierto en un piloto de guerra sobre el planedor que dispara desde las alturas, que hace explotar la tierra, que calcula el momento preciso, el segundo de debilidad, para acabar con ella a mi paso, luego, todo derrumbado, descansa sobre el colchón de resortes de alta densidad. Pero estoy enamorado y cedo, finjo. No quiero perderla. Qué sería de mí, amante sin amada. Estoy enamorado y cedo, finjo, miro a la cámara y cierro un ojo. Mentira. Estoy enamorado, y cedo, finjo, embobado, perdido, miro a la cámara y hago un guiño seductor. Estoy enamorado, y me dejo, finjo, me meto hasta las narices y pido a gritos más por favor, hago un sesenta y nueve estilístico y calentón. Estoy rendido y me dejo, finjo, actúo, poso, pindi, pretencioso. No creo que el amor sea esto. No puedo seguir. No quiero perderla, pero no puedo seguir.

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